Los vecinos del piso contiguo han estado discutiendo más de dos horas. Bueno, la verdad es que sólo se podía escuchar la voz de él. Tiene un voz desagradable, aguardentosa, de tabernario pendenciero. Es el característico tipo que siempre discute por todo. En las juntas de comunidad acostumbra a estar en contra de cualquier propuesta, interrumpe constantemente a los demás y sus intervenciones son rocambolescas y fuera de lugar. Ella tiene una voz suave, agradable al oído. Es pura amabilidad y nunca se la ha escuchado decir una palabra más alta que otra. Aún así, hoy llegaban algunas frases suyas, ininteligibles, en medio de la discusión. No perdía la calma ni su tono de voz dulce, pero se defendía de los despóticos ataques dialécticos de él. Al final he acabado hartándome y he tenido que salir a la terraza para poder continuar leyendo. Lo he intentado, aunque estaba tan nervioso ya que no he podido concentrarme.

Así que, una vez tomada la decisión de salir a por la compra de provisiones una hora antes de lo previsto, he estado recorriendo los puestos de venta del mercado. Los productos frescos son de una calidad muy superior a los de las grandes cadenas comerciales y siempre los prefiero a la hora de abastecer mi despensa. He adquirido alimentos para prácticamente toda la semana y además una colección de instantáneas de los personajes pululantes en el mercado. Conozco a buena parte de la clientela habitual. Tanto tiempo frecuentando el mismo lugar hace que se establezcan ciertos vínculos con perfectos desconocidos. Al pasar por la pequeña cafetería situada a la salida he estado tentado de tomar algo, unos apetitosos montaditos han atraído mi atención, pero al ver a unos tipos malcarados manoteando en el único hueco de la barra que quedaba libre, he decidido ir a hacer una visita a Sento y tomar algo allí con más tranquilidad.

Sento y yo estamos releyendo a Simenon. A mí, personalmente, el reencuentro con el comisario Maigret y su particular visión de la justicia está resultando muy gratificante. Para Sento sé que también, a pesar de que, debido a su poca expresividad y parquedad de palabras, no lo manifieste abiertamente. Hemos estado, a pesar de todo, extrapolando un poco la metodología de Maigret a algunos casos de la crónica de sucesos actual. Hemos especulado y elaborado algunas hipótesis sobre la efectividad de dejar que la Justicia (que no los jueces) actúe por sí misma. Muchas veces las leyes y su aplicación en forma de sentencia suponen una pírrica solución para las víctimas. Y cualquiera puede verse en la tesitura de tener que actuar en situaciones que requieran de soluciones expeditivas. La verdad es que hemos pasado un rato extraordinario y muy animado con estas conjeturas. Además he degustado un excelente queso que guarda Sento para las ocasiones especiales. Al final, cuando ya estaba a punto de marcharme, han entrado los tipos del mercado. A Sento le ha cambiado el semblante. Le he preguntado si quería que me quedase y me ha respondido con una negativa. De todas maneras, los individuos se han marchado enseguida.

Al volver a casa he encontrado un gran revuelo junto a ella. Ambulancia y coche de policía estaban atravesados justo en la puerta de mi edificio. No me dejan pasar y no me dan información sobre qué ha pasado. Algunas vecinas cotillas ya lo saben y me informan. Los vecinos del piso contiguo han vuelto a discutir y el asunto ha pasado a agresión física. Me siento mal por no haber pensado que esto podría ocurrir. El vecino es un bocazas pero no es violento. Es cierto que ese modo de hablar ya es violencia; verbal, pero violencia. De repente salen los sanitarios acompañados de una agente de policía. Empujan una camilla con alguien que no acierto a reconocer desde mí ubicación. Al abrir la puerta e introducirla en la ambulancia reconozco a mí vecino. Lleva la cabeza vendada y parece estar inconsciente. Arranca el vehículo con la sirena funcionando. A continuación sale la vecina. Dos policías la conducen esposada hasta el coche policial. Instantes después se marchan. Poco a poco se van yendo los curiosos. El acceso al portal ya está libre. Al entrar pienso en los vecinos, en Maigret y en la conversación que hemos tenido Sento y yo.

©️Francisco Castro 5–V–2018

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